MALAS Tierras
El destino ha querido que Mister Lonely sea el último tributo en vida a Michael Jackson , un tributo extraño y
discutible como su propio creador, el norteamericano Harmony Korine.
Fue una voz inconformista y transgresora en el cine
americano de los noventa. Acusado de chuvinista, miserabilista y además, sus
filmes iniciales se fueron forjando desde su experiencia y exploración del
continuo absurdo de la decadencia de la vida dentro de la “Norteamérica
profunda”, aquella que Ford y Wayne vanagloriaban y justificaban. Harmony
Korine (quien la conoce bien) decidió desenmascárala atraído por observar el
continuo descender de la naturaleza humana en los recónditos espacios sub-urbanos de su nación.
Así, Gummo salió a la luz. Su inclasificable opera prima de
1997 contento a pocos y genero rechazo hasta odio en muchas. Ya se había planteado
la semilla para una de las obras más personales y contraculturales de aquella década.
Y es que inicialmente, Gummo puede ser confundida como un filme superficial y
oportunista pero basta fijarse bien en sus personajes, en la forma en que son
mostrados y pintan como víctimas y victimario de su realidad, para darnos
cuenta que el filme de Korines es mucho más de lo que se estructura de mosaico
inconexo de situaciones puede explicar. Al igual que Faces de Cassevettes,
convierte lo ordinario en extraordinario, un logro creativo y artístico sugerido
desde la vulgaridad y desesperanza de sus participantes.
Con este filme, nosotros, los espectadores, podemos
contactarnos y recibir un golpe, ver frente a frente los bajos fondos de la
existencia humana, y, por más naturalista que sea sociedad/imagen presente,
encontrar que no estamos muy lejos, moral e intelectualmente, de ellos. Korine
no necesita futuro distopico para mostrarnos al humano animalizado, salvaje, rendido;
para el realizador, esa realidad es un gran catalogo de fenómenos de circo que buscan
provocar a los burgueses espectadores de cine. Hamrmony Korine, con su primera película,
se estableció como uno de los más radicales y polémicos cineastas de su generación,
pero también como del que más se esperaba y intrigaba, ¿Cómo haría para
sobrepasar a Gumo? se convertiría en un misterio y una apuesta. Su
originalidad, tal vez, era consecuencia de tener una visión que buscaba
confrontar y desconocer cualquier tipo de influencia directa desde el cien en
si. Si bien se detectan momentos de Bresson, de Malick y hasta de Tarkovski, lo
interesante de Korine es su empecinamiento por encontrar algo nuevo en el cine,
por encontrar nuevas imágenes y significados basándose en una experiencia mundana
de observación o autobiografía o en la música o en la pintura, contraponiéndose
a toda una corriente de cineastas de su generación y anteriores que eran
influenciados principalmente (y otros únicamente)
por el séptimo arte.
Años pasaron y Korine regreso con Julien Donkey Boy (1999), basándose
en vivencias de un familiar victima de esquizofrenia. Influenciado por el
movimiento dogma 95, la narración se focaliza en un protagonista, Julien (Ewen
Brenner), y su entorno familiar. Korine personaliza la historia para abandonar
a julien, en las consecuencias para sí y para los suyos de su enfermedad a través
de la confrontación de personajes en extremo complejos como el padre
(Werner Herzog)envuelto en su propio
laberinto de sueños y mitos, negándose a compartir el dolor de su hijo y
comprenderlo; y como Pearl (Chloe Sevigny), una mujer de bondad inmensa e inocencia que le conceden características religiosas,
e introducen la historia interpretaciones bíblicas casi alegóricas. Y, por
supuesto, como Julien, quien es controlado por su enfermedad y el temor a esta,
que inunda su pensamiento. Es también el filme más lirico de Korine pues las imágenes
tienden a enaltecer y sublimar el paisaje tanto urbano como rural, pero jamás olvidándose
de que está filmando una tragedia, una vida de sufrimiento donde la felicidad
es efímera y se refiere más a un recuerdo retocado que de la realidad.
Transcurrieron ocho años para que el guionista de Kids
volviera a estrenar una cinta, este caso es Mister Lonely(2007) una nueva generación
de cineastas había surgido quizá con menos fuerza que aquella de hacía diez
años, pero mucho había cambiado, esta vez parece que la madurez sorprendió al
cineasta, le volvió humanista quizá, idealista. Esta vez Korine elige retratar
a un grupo de imitadores; el protagonista
un doble de Michael Jackson (Diego
Luna), quien luego de su encuentro con la doble de Marilyn Monrie ( Samantha Morton) es invitada por
ella a una isla donde habitan solamente un tipo de personas. Vemos a la Reina
Isabel ll, a Abraham Lincoln, Shirley temple, Charlie Chaplin ente otras
imitaciones.
Si decimos que Gummo sus personajes eran fenómenos, aquí lo
son también, pero con conciencia de condición, y actuando en función a ella. Lo
que buscan es aparentar y luego trascender la barrera de la personalidad, muy
seguramente apegados a la idea de la construcción de una utopía. Sin embargo,
una tragedia echara por tierra el mundo imaginario de los soñadores. La empresa
naufraga y Michael Jackson (o su doble) retornan a cas pero mayor experiencia:
ha aprendido que no importa morir si es que se a vivido con dicha.
Ya existen noticias de que Trash Humpers, el nuevo filme de
Harmony , está terminado y que se está preparando su estreno. Nada mejor que la
actividad para seguir constatando la evolución del antiguo enfant terrible
americano en un referente de resistencia y creatividad cinematográfica muy
necesaria estos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario