Viviendo la posteridad


Ya estamos instalados en la posteridad. En cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana, está la intención de dejar una pequeña huella, una marca. Por ejemplo, en el mensaje que dejamos en nuestra red social favorita, ese que todos leerán si nos morimos antes de desactivar la cuenta; en las fotos de la última fiesta o reunión, que colgamos presurosos y exhibicionistas. O en los blogs que llenamos con nuestras obsesiones preferidas.

Vivimos para una imaginaria posteridad, cuando menos podemos jugar a que esta existe, y tomar la delantera eternizándonos en mensajes, ideas y opiniones.

Por eso invitamos a quien lo desee, a dejar una huella en este espacio.


miércoles, 3 de octubre de 2012

Roberto Jacoby




1944.Buenos Aires, Argentina.
Protagonista  perturbador de la vanguardia de los años 60 en la Argentina, este artista fue, siempre, un observador activos de los puntos de ruptura, de las grietas por las que se filtran los destellos de lo nuevo.
Después de un incipiente interés por la pintura y por la escultura)que se materializó en una serie de dramáticas figuras de vietnamitas que guardaban y traducían en un nuevo registro el impacto que le habían producido las paradigmáticas Muñecas Bravas de Pablo Suárez), se introduce en el terreno fértil que el happening habilitó para la creatividad en los años 60.
El  cuestionamiento del estatuto del objeto artístico que investiga con sus experiencias proto-conceptuales (cuando realiza la maqueta de una obra que debía ser construida mentalmente por el espectador) es el paso necesario para la articulación de sus intervenciones en el espacio urbano y para la experimentación con los medios de comunicación.
Pero antes se produjo el contacto decisivo con Oscar Masotta, cuando conoce sus conferencias sobre Pop y viaja con él a Nueva York. La experimentación con los medios alcanza un momento radical con las Experiencias 68 realizadas Di Tella, donde presenta un teletipo desde el que transmitía los cables del Mayo Francés de la agencia France Press. En 1968 participa en la muestra interdisciplinaria Tucumán arde. Después escribió contundentes piezas de reflexión estética.
Desde fines de los 90 investiga sobre las más diversas expresiones del trabajo asociativo (Bola de Nieve, Venus, la revista Ramona) y también sobre problemáticas ligadas a la vulnerabilidad del control. Esto es lo que puso en escena su instalación Darkroom, compuesta por cabinas con auriculares, en la que podrían verse ocho canales de video, y un espacio oscuro, con performers enmascarados, en el que se reducían radicalmente las certezas perceptuales. Se ingresaba con una cámara infrarrojos en un ámbito en el que se perdía el sentido de la distancia y se producía una angustiante sensación de aislamiento, de soledad. Un ámbito de experiencias que nuestra mente registraba rápidamente, acumulando las sensaciones de extrañeza que se aceleraban ante las imágenes poco precisas de cuerpos en movimiento. Un conjunto de visiones cercenadas, producida entre el deseo de ver y la dificultad para desplazarse . Un contacto con nuestros propios límites.
Su prácticas investigan materiales e ideas. Desde la organización del Área Sociedades Experimentales (que funcionó en el ámbito de la Universidad de Buenos Aires durante el 2004) convocó a un grupo de investigadores que reflexionaron sobre el pensamiento de Fourier y realizó una serie de reuniones de experimentación que fundaron la Zona Autónoma Temporaria: un campo de reflexión sobre la interacción entre las personas y un ámbito para imaginar nuevas relaciones sociales.

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