Las primeras encarnaciones de Creedence Clearwater Revival
llevaban por nombre The Visions y The Golliwogs a mediados de los 60, y sonaban
como los grupos beat británicos pre-psicodélicos, ants de que el servicio militar
llamara a filas a John Fogerty y al baterista John Clifford. Cuando dejaron el
ejército, el grupo cambió su nombre, abandonó sus pretensiones inglesas y editó
su fundacional álbum de debut en 1968.
Los muchos años de giras( el grupo había venido tocando
conjuntamente desde la escuela) hicieron de ellos un apetitoso proyecto de
directo. Claramente motivados por el sonido primitivo del rock’n’roll de los
años 50, Creedence sirvieron una rodaja irresistible y pura de rock al estilo
sureño, una aproximación a las raíces que se inspiraba en la manera en que The
Band y Dylan habían girado la espalda a los excesos de la psicodelia.
Curiosamente, la portada del álbum era borrosa y ligeramente lisérgica, una
advertencia tramposa para lo que sería el contenido desnudo del interior.
Bayou Country, el segundo álbum de Creedence, incluía su
primer gran éxito <Proud Mary>, que vendió un millón de copias, una oda
de Fogerty a la majestad de un remero
del Mississippi; más adelante llegaron a las listas de éxitos diversas
versiones de la misma canción. Otros momentos estelares son la versión rockera de un clásico de Little Richard, así
como la pantanosa <Born on the Bayou>, la más blues <Graveyard
train> y <Keep on Chooglin>, que Fogerty fue capaz de alargar en ocho
minutos. Este éxito marcó la pauta para otros subsiguientes ocho singles,
discos de oro y platino, infiltrados en el Top 10 americano en los siguientes
dos años y medio. Y en 1971, una clasificación del NME situó a la banda como el
mejor grupo del mundo, por encima de los Beatles.JT
Extraído del libro "1001 discos que hay que escuchar antes de morir"
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