Ver primero y leer después comics fue para mi siempre un acto natural, mi padre compraba comúnmente mas de cuatro periódicos diarios y me pasaba la pagina con las tiras cómicas, aun no sabia leer pero recuerdo estar tumbado sobre ellas revisándolas mientras a un familiar hacia notar que aun no leía pero que simulaba muy bien hacerlo. Los kioscos estaban llenos de ellas y de todos los géneros, con un sol podías tener dos revistas y cuando los tíos dejaban propinas podía tener muchas mas, con las historietas aprendí a leer, a apreciar el valor de la auto-educación, a distinguir lo bueno de lo malo (era tan sencillo en esa época saberlo) , aprendí de sacrificios heroicos, y admirar los bellos cuerpos de las mujeres.
Cuando de pronto desde el "gobierno revolucionario de las FFAA"prohibieron su llegada, las llamaron pro-imperialistas y dijeron que en realidad Superman era homosexual, Donald un pervertido, yo me volví abiertamente contrarrevolucionario tenía yo en ese entonces 12 años.
Tiempo después un grupo trabajaría por su retorno, su dignidad y valor como medio de difusión de nuestras propias historias e idiosincrasia, ese grupo se llamo "El Club Nazca de la Historieta" ahí encontré grandes amigos con los cuales compartíamos el amor por el noveno arte junto a ellos trabajamos haciendo exposiciones, apoyando publicaciones, dictando talleres ,editando desde un periódico un suplemento (Nazca Cómic) y cuando la crisis económica de los 90 pareció sepultarnos para siempre en la idea de volver a ver comics en los kioscos, años después retornamos para seguir en la brega.
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