Carlos Lévano, artista plástico egresado de la Facultad de Arte de la PUCP, presenta Ramaiana, una propuesta pictórica que nos remite a una época muy antigua de la India, donde lo legendario se confunde con lo real.
En este pasado remoto, fue escrito un libro de poesía épica conocido como Ramaiana, que contiene la historia de Rama. Rama, príncipe y heredero de Dásharatha, Rey de Ayodhya, hijo de la reina Kausalya, fue expulsado del reino por el mismo Dásharatha, obligado por su segunda esposa Kaikeyi, quien deseaba coronar como sucesor al trono a su hijo Bharata. Después de la expulsión, empieza una nueva vida como asceta en un bosque, cuyos habitantes le piden que los defienda de unos seres monstruosos conocidos como los Raksasas.
Carlos Lévano como indagador de un pasado remoto, se sitúa entre la arqueología de las tradiciones populares y la búsqueda de mitos, para bucear en el antiguo universo hindú, y tomar esos elementos que van a influir en su trabajo. Es un traductor e intérprete de lo antiguo; que se deleita, según sus palabras, pintando trazos y manchas abstractas, evocadoras de figuras antropomorfas y escenarios míticos, alusiones a la historia de Rama y su enfrentamiento con los Raksasas.
A manera de un hipotexto; término de Gérard Genette para referirse a un texto anterior que influye a uno posterior; estos elementos antiguos marcan la pintura de Carlos. Así él, a través de su arte, se aproxima no solo a lo mágico de los mitos, sino también al inicio de la civilización, donde la tradición oral y la poesía épica eran parte del saber de los pueblos, y ahora, son cada vez más, consideradas como verdaderas referencias históricas.
En este proyecto, Carlos, se ha concentrado en resaltar el blanco y el negro en su gama cromática, así como cierto énfasis en el trazo que alude a técnicas como el action painting. Trabaja sus obras sin ninguna argumentación racional, improvisando a partir de una base predefinida, como el Jazz, música que muchas veces escucha mientras trabaja en sus composiciones. Por estos valores, su arte está enmarcado dentro de la tradición peruana del expresionismo abstracto, cuyos principales representantes son: Alberto Dávila, Antonio Máro, Fernando de Szyszlo, Eduardo Moll y Ramiro Llona.
En este pasado remoto, fue escrito un libro de poesía épica conocido como Ramaiana, que contiene la historia de Rama. Rama, príncipe y heredero de Dásharatha, Rey de Ayodhya, hijo de la reina Kausalya, fue expulsado del reino por el mismo Dásharatha, obligado por su segunda esposa Kaikeyi, quien deseaba coronar como sucesor al trono a su hijo Bharata. Después de la expulsión, empieza una nueva vida como asceta en un bosque, cuyos habitantes le piden que los defienda de unos seres monstruosos conocidos como los Raksasas.
Carlos Lévano como indagador de un pasado remoto, se sitúa entre la arqueología de las tradiciones populares y la búsqueda de mitos, para bucear en el antiguo universo hindú, y tomar esos elementos que van a influir en su trabajo. Es un traductor e intérprete de lo antiguo; que se deleita, según sus palabras, pintando trazos y manchas abstractas, evocadoras de figuras antropomorfas y escenarios míticos, alusiones a la historia de Rama y su enfrentamiento con los Raksasas.
A manera de un hipotexto; término de Gérard Genette para referirse a un texto anterior que influye a uno posterior; estos elementos antiguos marcan la pintura de Carlos. Así él, a través de su arte, se aproxima no solo a lo mágico de los mitos, sino también al inicio de la civilización, donde la tradición oral y la poesía épica eran parte del saber de los pueblos, y ahora, son cada vez más, consideradas como verdaderas referencias históricas.
En este proyecto, Carlos, se ha concentrado en resaltar el blanco y el negro en su gama cromática, así como cierto énfasis en el trazo que alude a técnicas como el action painting. Trabaja sus obras sin ninguna argumentación racional, improvisando a partir de una base predefinida, como el Jazz, música que muchas veces escucha mientras trabaja en sus composiciones. Por estos valores, su arte está enmarcado dentro de la tradición peruana del expresionismo abstracto, cuyos principales representantes son: Alberto Dávila, Antonio Máro, Fernando de Szyszlo, Eduardo Moll y Ramiro Llona.
Rafael Llimós
Historiador del arte
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