John Galliano es un héroe de la moda inglesa. Nacido en 1960
en el seno de una familia de emigrantes de clase obrera, fue bautizado como Juan
Carlos Antonio. Su madre es española y su padre, de Gibraltar, la colonia
británica en la que John Galliano nació y vivió hasta lo seis años; después, la
familia se instaló en South London. Pero esos orígenes, con sus ceremonias
religiosas y su pintoresca y soleada cultura, han sido una inspiración
constante para el creador; la tradición latina de vestirse elegantemente se ha
convertido en su sello, y el electricismo, en su rúbrica. Al finalizar la
eduación secundaria, Galliano obtiene una plaza en la Central Saint Martins,
donde acaba su formación en 1984. Su colección de graduación – inspirada en la
Revolución Francesa y denominada <Les Incroyables>- fue adquirida por
Joan Burstein de Browns y lo catapultó a la fama. En 1990, dejando atrás un
pasado salpicado de sonadas disputas con promotores financieros y unas
colecciones consideradas poco comerciales porque se atrevían a desafiar todo lo
convencional, Galliano empieza a presentar sus creaciones en París, y en 1992
se afinca en la capital francesa. Ferviente defensor de los cortes asimétricos
y de la alta costura teatral de los años 50 en un contexto de dominio del
minimalismo y el estilo <grunge>, su nominación a la sucesión de Hubert
de Givenchy en la casa de alta costura epónima se anuncia en 1995. Esto marca
el comienzo de la invasión inglesa de París y el relanzamiento de la alta
costura. Dos temporadas más tarde, y después de haber obtenido en cuatro
ocasiones el British Designer of the Year Awards, una proeza sin precedentes,
Galliano ocupa el cargo de director creativo en Christian Dior, y presenta su
primera colección de alta costura para la temporada primavera- verano 1997. A
partir de esa fecha, Galliano ha insuflado nuevo vigor a la casa, tanto desde
el punto de vista económico como creativo, al tiempo que ha recolocado la alta
costura parisina en el lugar que te corresponde, a la vanguardia de la
innovación. Galliano sigue diseñando y presentando las colecciones de su marca
en París, y, respaldado por la poderosa firma LVMH, ha dado rienda suelta a su
imaginación demostrando poseer una creatividad sin límites.
Un espacio para exponer, compartir y discutir las ideas más diversas.
Viviendo la posteridad
Ya estamos instalados en la posteridad. En cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana, está la intención de dejar una pequeña huella, una marca. Por ejemplo, en el mensaje que dejamos en nuestra red social favorita, ese que todos leerán si nos morimos antes de desactivar la cuenta; en las fotos de la última fiesta o reunión, que colgamos presurosos y exhibicionistas. O en los blogs que llenamos con nuestras obsesiones preferidas.
Vivimos para una imaginaria posteridad, cuando menos podemos jugar a que esta existe, y tomar la delantera eternizándonos en mensajes, ideas y opiniones.
Por eso invitamos a quien lo desee, a dejar una huella en este espacio.
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