El resultado de cualquier búsqueda que se realice en internet tipeando el nombre de Vivienne Westwood, siempre estará asociado al Punk, del cual tanto hemos hablado últimamente, y –por supuesto- a la moda. Y s que Vivienne fue y es, ante todo, una gran diseñadora. Sus inicios se remontan a los lejanos años sesenta, cuando Vivienne Isabel Swire culminó sus estudios de arte en el Harrow School of Art y el Trent Park Collage, para luego trabajar como maestra en una escuelita, casarse con el señor Westwood, de quien tuvo a su primer hijo, separarse de este, luego conocer y seducir a Malcolm McLaren, con quien tuvo una larga relación que dio dos frutos importantes: un hijo y los Sex Pistols.
Westwood fue una de las responsables de la ropa que los jóvenes –y no tanto- rebeldes hacia fines de los 70 empezaron a usar, esa moda Punk y New Wave que cambió la apariencia de todos en todo el planeta. Cuando ya estábamos hartos de pelos largos, jeans deslavados y acampanados y polos de colores pastel con frases bobas. La chocante estética que sirvió de catapulta a los facinerosos muchachitos que fueron los Sex Pistols, fue casi en su totalidad, creación de esta nada convencional señora inglesa, desde los cuarteles de sus tienda sde ropa, Let it rock, Too young to live, too fast to die, Sex, World’s End (siempre reinventando los conceptos de diseño y tendencias), mismas que fundó con McLaren.
Nacida en 1941, para cuando la explosión Punk tuvo lugar, Vivienne era la más veterana de toda la pandilla punkie, y quizás una de las más osadas. Elementos del S&M, pelos en punta y teñidos en colores imposibles, prendas hechas con materiales desechables, telas desteñidas, deshilachadas, el uso de plástico y látex, imperdibles, cadenas y collares para perros, esvásticas nazis, símbolos de anarquía, púas por doquier, candados, navajas y toda clase de materiales inflamables -y punzo cortantes- formaron parte de la nueva moda que, a lo largo de toda la década de los 80 se filtró en todos nuestros guardarropas. Vivienne siempre fue extrema en sus postulados estéticos, llegando a ser temida en el negocio de la moda por su concepción tan radical de la misma, baste recordar que esta diseñadora se inspiraba no sólo en los símbolos nazis, sino que hallaba en la pornografía una gran fuente de creatividad.
Pero, finalmente el mundo asimiló la estética Punk, y tanto así, que Vivienne terminó siendo más que aceptada en el estrecho y exclusivo círculo de los fashion designers. Y tanto así que su obra ha sido expuesta -nada menos que- en el Victoria and Albert Museum, su diseño de traje de novia fue lucido como una fatal Carrie Bradshaw (encarnada por la insufrible Sarah Jessica Parker), en “Sex & The City” I y, lo más impresionante, por su contribución a la alta moda británica, Vivienne fue nombrada Dama por la Casa Real Británica. Esto último constituye un absurdo milagro, pues fue precisamente Vivienne quien convirtió la imagen de la reina Isabell II en un auténtico icono Punk, objeto de burla y sátira permanente.
En constante actividad, Westwood no deja de sorprender con su fértil y audaz imaginación, después de todo, lleva más de 30 años marcando la pauta de buena parte de la moda nacida en el epicentro mismo de un movimiento contracultural. Esta abuela sí que es de cuidado. ¡Dios salve a Vivienne Westwood!
Enlaces recomendados: http://www.viviennewestwood.co.uk/ (sitio oficial, tienda virtual)
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