Viviendo la posteridad


Ya estamos instalados en la posteridad. En cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana, está la intención de dejar una pequeña huella, una marca. Por ejemplo, en el mensaje que dejamos en nuestra red social favorita, ese que todos leerán si nos morimos antes de desactivar la cuenta; en las fotos de la última fiesta o reunión, que colgamos presurosos y exhibicionistas. O en los blogs que llenamos con nuestras obsesiones preferidas.

Vivimos para una imaginaria posteridad, cuando menos podemos jugar a que esta existe, y tomar la delantera eternizándonos en mensajes, ideas y opiniones.

Por eso invitamos a quien lo desee, a dejar una huella en este espacio.


jueves, 1 de diciembre de 2011

1 comentario:

Anónimo dijo...

discrepo te tu postura
¿alguna vez te has puesto a pensar que es lo que hacen las farmaceúticas para tachar a lo enfermos de VIH?

Detesto leer artículos donde se promueve la ridiculez de que el condon protege contra ese supuesto virus (hay poros en los condondes, igual pasa el virus)