

En esta cuarta exposición, Javier Ramos Cucho, nos mostró esa nueva condición humana, vinculada al gran simulacro, que él ha llamado: el humano genérico. Este ser, representado por esos cuerpos humanos con cables y protuberancias mecánicas a manera de extremidades, que nos acercan al concepto del cyborg, en el universo surrealista-expresionista del artista, podría ser considerado una alternativa más entre los simulacros de la realidad.
Dentro de este gran simulacro que es la vida contemporánea, no somos más que puntos en este universo de redes: Internet, Facebook, redes de telefonía celular, redes de cajeros automáticos, etc... Todos de alguna manera estamos conectados, interconectados por el mainstream global, del cual no podemos escapar. Así, el humano genérico es una abstracción más allá de las individualidades, que se pierde en el mar de las mencionadas redes.
Dentro de este gran simulacro que es la vida contemporánea, no somos más que puntos en este universo de redes: Internet, Facebook, redes de telefonía celular, redes de cajeros automáticos, etc... Todos de alguna manera estamos conectados, interconectados por el mainstream global, del cual no podemos escapar. Así, el humano genérico es una abstracción más allá de las individualidades, que se pierde en el mar de las mencionadas redes.
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