Viviendo la posteridad


Ya estamos instalados en la posteridad. En cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana, está la intención de dejar una pequeña huella, una marca. Por ejemplo, en el mensaje que dejamos en nuestra red social favorita, ese que todos leerán si nos morimos antes de desactivar la cuenta; en las fotos de la última fiesta o reunión, que colgamos presurosos y exhibicionistas. O en los blogs que llenamos con nuestras obsesiones preferidas.

Vivimos para una imaginaria posteridad, cuando menos podemos jugar a que esta existe, y tomar la delantera eternizándonos en mensajes, ideas y opiniones.

Por eso invitamos a quien lo desee, a dejar una huella en este espacio.


martes, 29 de mayo de 2012

SUPERPOSICIONES



Así como el cómic o la animación en donde las capas de estilos y elementos se superponen en una hibridez a la que la visualidad contemporánea nos ha acostumbrado, Hernán Pazos superpone, muchas veces en esta línea, imágenes, dibujos, “símbolos” (ya que si algunos de sus dibujos son signos, su significado es oscuro y quizás se trate más bien de símbolos privados, herméticos) y superficies creando nuevas figuras y fondos)
Con mayor libertad que en casos anteriores, Pazos llega a una sintaxis más desestabilizadora, iconoclasta, exagerada, impulsiva y expansiva. Esta superposición de planos con formas a veces casi figurativas o geometrizantes, con borraduras, tonalidades, figuras planas o más expresivas, dibujos esquemáticos o a veces casi perfectamente acabados, son un mayor efercicio de libertad en donde la hibridez de lenguajes, motivos, materiales y géneros aúnan el pasado y el presente de la obra del artista, y el pasado y presente del diseño, el cómic, el lenguaje de la animación entre otros, y superponen historias e imágenes para crear o re-crear la suya propia, la imagen de su psique, sus estados y emociones. Este look da una impresión a veces caótica, rítmica otras, de un collage exuberante y expresivo.
Las series de diez pinturas al óleo y técnica mixta, once técnicas mixtas sobre papel y tres fotografías intervenidas participan de esta hibridez, libertad expresiva y superposición de motivos y técnicas.
Pazos no busca la proporción perfecta. Y si Narciso se mira y se enamora de la imagen que ve, que resulta ser la suya aunque él no lo sepa, Pazos se mira y busca su imagen. Se mira y, a base de componer y recomponer, de superponer sus partes, quiere encontrarla. Encontrarse.
Su lenguaje que se nutre de estilos y modos de esta nueva visualidad es sobre todo un lenguaje de imágenes. Si hay motivos nuevos que unen o conectan los lienzos recuperados, transformados, no están cargados de significado. No lo tienen. Son imagen.


Ana María Rodrigo Prado

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