Viviendo la posteridad


Ya estamos instalados en la posteridad. En cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana, está la intención de dejar una pequeña huella, una marca. Por ejemplo, en el mensaje que dejamos en nuestra red social favorita, ese que todos leerán si nos morimos antes de desactivar la cuenta; en las fotos de la última fiesta o reunión, que colgamos presurosos y exhibicionistas. O en los blogs que llenamos con nuestras obsesiones preferidas.

Vivimos para una imaginaria posteridad, cuando menos podemos jugar a que esta existe, y tomar la delantera eternizándonos en mensajes, ideas y opiniones.

Por eso invitamos a quien lo desee, a dejar una huella en este espacio.


jueves, 24 de mayo de 2012

Newton Helmut 
1920 Berlín
2004 Los Angeles
Alemán de nacimiento, residente en Mónaco y poseedor de un pasaporte australiano, Helmut Newton fue indudablemente un hombre cosmopolita, que se complació en cultivar esa imagen. El hecho de que muchas de sus fotografías fueran tomadas en suites de hoteles contribuyó a confirmar ese carácter. Newton había asistido a las clases de la fotografía berlinesa Yva, célebre por sus fotos de moda, sus retratos y sus desnudos. Después de terminar su formación, residió varios años en Australia y en Singapur, y más tarde vivió y trabajó en París durante 25 años. Colaboro en las ediciones francesa, inglesa, norteamericana e italiana de las revista <<Vogue>>, pero también en el <<Elle >>, <<Marie Claire>>, <<Jardín de modes>>, <<American Playboy>>, << Nova y Queen>> .Ademas , realizó regularmente grandes reportes fotográficos que aparecieron en <<Stern >> y <<Life>>. Actualmente, muy pocos fotógrafos logran escindir con tanta frecuencia las opiniones del mundo artístico. Por una parte, existe una comunidad de seguidores entusiastas que admiran sus imágenes, y por otra, están esos adversarios inveterados que tratan de denigrarlo, calificándolo de fenómeno de moda, o de desnudo, cuyo éxito está indudablemente emparentado con su profunda sensibilidad ante los signos y el espíritu de nuestra época. Su combinación de actitudes agresivas y sumisión voluntaria, sumada a su preferencia por mujeres altas, de marcados huesos y seguras de sí mismas tocó el centro del dilema en el que todavía se encontraban las mujeres y los movimientos feministas: reivindicar su participación en las decisiones de la sociedad, sin renunciar sin embargo a su identidad femenina, o bien experimentar que el proceso de redefinición es difícil y doloroso. Las mujeres, masculinas, la tendencia hacia la androginia, es una respuesta al problema de una identidad que todavía debe encontrar en los nuevos papeles. La fotografía de Newton mostró la diversificada variedad de tipos de mujeres que se ha desarrollado en ese contexto. No lo hizo con espíritu crítico, sino con una evidente voluptuosidad, provocando la cólera de los movimientos feministas, que desembocó repetidamente en procesos judiciales.


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