Es imposible decir que un hombre puede realmente crear un
color (la naturaleza se encarga bastante bien de todo eso), pero le tocó a un
oficial militar británico, Harry Lumsden, inventar ese tono particular de café
que se volvió sinónimo de todo lo relativo al safari.
Lumsden fue destacado en India en 1846 y, en ese tiempo, los
uniformes de los soldados eran elaborados para reflejar la grandeza del
regimiento del Imperio, lo que los volvía blancos perfectos en el campo de
batalla. Lumsden ordenó que el material del uniforme de sus hombres fuera
teñido con lo que algunos describieron como una mezcla de café, polvos de curry
y jugo de mora. (la receta exacta se perdió)
El tono resultante fue bautizado como kaki, derivado de la
palabra hindi para olvo, y resultó ser extremadamente efectivo como camuflaje en el terreno.
Unos años después, un regimiento escocés que luchaba en
Sudafrica usó algo que llamaron túnicas kaki. Y en 1857, un magistrado
británico formó el Khaki Risala, un escuadrón que luchó contra el ejército
bengali rebelde por obtener el control de Delhi. De forma lenta pero segura,
los uniformes militares color kaki en sus aventuras imperiales en el cercano
oriente y en los extremos de África; los exploradores vistieron sacos y
pantalones kaki mientras buscaban maravillas nuevas e inexploradas; y los
administradores coloniales utilizaron trajes color kaki para reflejar la
cegadora luz (y compensar el calor infernal) en sus remotos puestos de
avanzada.
Muchas de las primeras piezas de ropa para safari fueron
elaboradas con dril, la tela de algodón dura y densamente tejida que llevó al
término kaki dril o KD. A mediados de 1880, el KD se volvió el estándar para
las fuerzas británicas de la India, y el material llegó a la vestimenta civil
unas cuantas décadas después.
Eventualmente, el dril fue sustituido por lino y tejidos de
algodón más ligeros (que se volvieron la base de los chinos kaki) , y que
también eran bastante duraderos.
Hoy gracias a pioneros que van desde Teddy Roosevelt hasta
Yves Saint Laurent, lo que llamamos “ropa inspirada en el safari” no se limita
a un tono de kaki, a algún tipo de tela o a la ropa exterior funcional. Es una
categoría más amplia que transmite intrepidez y, ya sea que se trate de un
traje elegante o de la chaqueta más ruda, es todo lo que necesitas para
emprender tu propia aventura.
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