Un domingo, en una de las reuniones del club Nazca de Historietas, Julio Carrión
(Karry) invita en general a participar en esta su nueva aventura editorial que
él dirigiría llamada “Mona Liza”.
La mayoría de nosotros éramos jóvenes y
con ansias de publicar. Nos volcaba la ilusión de hacerla, aunque sabíamos que
tenía que tener un corte erótico y humorístico.
Consciente de eso esbocé muchas ideas en mi cabeza, la historia, el estilo de dibujo… Esa historieta no podía
fallar, yo quería publicar, y finalmente cuando la tuve lista el resultado
gustó tanto a Karry que se la quedó.
La publicación fue una emocionante
sorpresa para mí. Un día sin más llegué a mi casa y encontré una revista sobre
mi velador. Al abrirla descubro mi
historieta “Vida Mundana” dentro: mi hermano la había comprado al ver mi
trabajo.
Como anécdota he de contar que Karry me había
hecho pasar por la censura inquisitiva: la viñeta antepenúltima de la página 3
en la que al protagonista se le mete una escoba por el culo había pasado por el
“liquid paper”, con lo que había barajado la nota borrando el efecto. Yo
recupero la idea original que es la que pueden disfrutar en el libro.
Años después “Vida Mundana” llegaría al diario “Página Libre”. La historia es como
sigue: Beto Ortiz, como periodista, estaba metido en ese proyecto, y propuso a
Julio Granados de dibujante. Julio no quería ir a la entrevista sólo, y me
arrastró con engaños. Pobrecito de mí.
Allí estábamos, frente a Guillermo
Thordike intimidándonos con sus ojos rojos, junto a un puberísimo Andrés Edery,
casi todavía con un masticador en la mano. Al final, todos tendríamos parte en
el diario: Nobuko, que con Julio llevaría el suplemento infantil, Kimura con
sus “niños de la calle”, la tira “Otra vez Andrés”, del colega Edery, y yo,
aunque tardé en encontrar la fórmula. Al principio presentaba proyectos de
ficciones sobre una Lima futurista, y esas cosas raras que se te ocurren cuando
eres todavía inmaduro y además estás influido por el estilo extranjero.
Nada de lo que yo proponía le cuadraba a
Thordike. Me decía, “¿qué pretendes con
esto?”. Yo, al borde de la desesperación,
y por no perder la oportunidad, saqué mi última carta bajo la manga: transformar
la historieta que realicé para “Mona Liza” en tira cómica. La idea gustó tanto
a Thordike que se la quedó.
Así, sin saber en lo que me metía, nació “Vida Mundana” y su universo envuelto en un
humor negro e irreverente. Hubo tiras buenas, regulares y mediocres, como ya lo
expliqué en otra ocasión. Lamento que en este libro no esté todo. A penas si habré rescatado la cuarta parte de
todo lo que hice. Por descuido mucho de lo mejor se perdió.
A “Vida Mundana” le siguieron “Los
Sobrevivientes”, una especie de secuela que tras el cierre de “Página Libre”,
se publicaría en la revista “AYLLU”, también con Thordike. Son las andanzas de
una familia de clase media victoriana (es decir, de La Victoria) que esta vez
sí, pueden encontrar completa en esta antología, por la que hay que dar las
gracias a la Librería Contra Cultura, siempre esforzándose por el cómic
peruano.
Hoy, ya sin la presión de entregas
diarias, mientras paseo a mi perro al otro lado del Atlántico, apunto nuevas
ideas para “Vida Mundana”. Algunas se hacen realidad desde el enfoque que da
otra perspectiva, por eso las titulo “Vida Mundana in Europe”: podrán encontrarlas
conforme las vaya creando en la página de facebook “vida
mundana comics”.
Esta es brevemente la historia de mi
mundana vida.
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