Viviendo la posteridad


Ya estamos instalados en la posteridad. En cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana, está la intención de dejar una pequeña huella, una marca. Por ejemplo, en el mensaje que dejamos en nuestra red social favorita, ese que todos leerán si nos morimos antes de desactivar la cuenta; en las fotos de la última fiesta o reunión, que colgamos presurosos y exhibicionistas. O en los blogs que llenamos con nuestras obsesiones preferidas.

Vivimos para una imaginaria posteridad, cuando menos podemos jugar a que esta existe, y tomar la delantera eternizándonos en mensajes, ideas y opiniones.

Por eso invitamos a quien lo desee, a dejar una huella en este espacio.


lunes, 25 de junio de 2012

John Galliano



John Galliano es un héroe de la moda inglesa. Nacido en 1960 en el seno de una familia de emigrantes de clase obrera, fue bautizado como Juan Carlos Antonio. Su madre es española y su padre, de Gibraltar, la colonia británica en la que John Galliano nació y vivió hasta lo seis años; después, la familia se instaló en South London. Pero esos orígenes, con sus ceremonias religiosas y su pintoresca y soleada cultura, han sido una inspiración constante para el creador; la tradición latina de vestirse elegantemente se ha convertido en su sello, y el electricismo, en su rúbrica. Al finalizar la eduación secundaria, Galliano obtiene una plaza en la Central Saint Martins, donde acaba su formación en 1984. Su colección de graduación – inspirada en la Revolución Francesa y denominada <Les Incroyables>- fue adquirida por Joan Burstein de Browns y lo catapultó a la fama. En 1990, dejando atrás un pasado salpicado de sonadas disputas con promotores financieros y unas colecciones consideradas poco comerciales porque se atrevían a desafiar todo lo convencional, Galliano empieza a presentar sus creaciones en París, y en 1992 se afinca en la capital francesa. Ferviente defensor de los cortes asimétricos y de la alta costura teatral de los años 50 en un contexto de dominio del minimalismo y el estilo <grunge>, su nominación a la sucesión de Hubert de Givenchy en la casa de alta costura epónima se anuncia en 1995. Esto marca el comienzo de la invasión inglesa de París y el relanzamiento de la alta costura. Dos temporadas más tarde, y después de haber obtenido en cuatro ocasiones el British Designer of the Year Awards, una proeza sin precedentes, Galliano ocupa el cargo de director creativo en Christian Dior, y presenta su primera colección de alta costura para la temporada primavera- verano 1997. A partir de esa fecha, Galliano ha insuflado nuevo vigor a la casa, tanto desde el punto de vista económico como creativo, al tiempo que ha recolocado la alta costura parisina en el lugar que te corresponde, a la vanguardia de la innovación. Galliano sigue diseñando y presentando las colecciones de su marca en París, y, respaldado por la poderosa firma LVMH, ha dado rienda suelta a su imaginación demostrando poseer una creatividad sin límites.

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