Viviendo la posteridad


Ya estamos instalados en la posteridad. En cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana, está la intención de dejar una pequeña huella, una marca. Por ejemplo, en el mensaje que dejamos en nuestra red social favorita, ese que todos leerán si nos morimos antes de desactivar la cuenta; en las fotos de la última fiesta o reunión, que colgamos presurosos y exhibicionistas. O en los blogs que llenamos con nuestras obsesiones preferidas.

Vivimos para una imaginaria posteridad, cuando menos podemos jugar a que esta existe, y tomar la delantera eternizándonos en mensajes, ideas y opiniones.

Por eso invitamos a quien lo desee, a dejar una huella en este espacio.


viernes, 8 de junio de 2012

Por Ian Curtis (aunque tarde...)


Ian Curtis murió un 18 de mayo de 1980. Era un chico de 23 años, casado y con un hijo pequeño. Era un chico de Manchester, ciudad gris e industrial. Ciudad oprimente y triste. Ian era ese chico obsesionado con el holocausto perpretado por los nazis contra los judíos y los débiles... Obsesionado con el absurdo de la crueldad humana. Ian Curtis fue también el frontman y compositor principal de "la banda" post punk por excelencia, aquella cuyos oscuros acordes marcaron el inicio del darkwave, el sonido de la desesperanza tras la euforia del punk. Este muchacho frágil, atormentado por su sensibilidad y por la epilepsia fue el motor de Joy Division. Fue él quien compuso temas de belleza terrible e implacable. Y fue él quien nos hizo bailar con la canción más triste de todos los tiempos, casi como si nos estuviéramos desangrando en un rincón de la pista de baile: "Love will tear us apart again". Por todo eso y por que se nos pasó hacerle este homenaje el pasado 18 de mayo, le decimos: Ian, tenías razón, el amor nos destrozará una y otra vez.


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